A lo largo de la historia de la música se han utilizado distintos sistemas para representar las estructuras musicales. Uno de ellos es el cifrado que ha sido utilizado principalmente para denotar la armonía que reina en un determinado pasaje sonoro.
Siempre que hablamos de armonía nos referimos a la simultaneidad de las notas en un momento específico, esto quiere decir acordes. En la música popular como el jazz, rock, blues, pop, es típico encontrar partituras con notación musical pero también con cifrados por encima.
Lo primero que debemos saber es la relación entre cada letra y nota:
Acordes mayores
Se cifran únicamente con la letra correspondiente y si es necesario una alteración (sostenido o bemol)
A: La mayor Bb: Si bemol mayor F#: Fa sostenido mayor
Acordes menores
Para cifrar un acorde menor solo debemos agregar una “m” minúscula al final
Fm: Fa menor Ebm: Mi bemol menor C#m: Do sostenido menor
Acordes aumentados
Los acordes aumentados se pueden cifrar con un símbolo “+” o la abreviatura “aug” (del inglés augmented)
D+: Re aumentado Ab+: La bemol aumentado D#+: Re sostenido aumentado
Acordes disminuidos
Los acordes disminuidos se pueden cifrar con un símbolo “º” o la abreviatura “dim” (del inglés diminished)
Eº: Mi disminuido Dbº: Re bemol disminuido A#º: La sostenido disminuido